El exótico mercado de San Juan de la Ciudad de México
El exótico mercado de San Juan de la Ciudad de México

El exótico mercado de San Juan de la Ciudad de México

El exótico mercado de San Juan de la Ciudad de México: Uno de los lugares poco explorados por los turistas que visitan la Ciudad de México es el mercado Ernesto Pugibet, mejor conocido por el nombre de “San Juan”, ubicado a pasos del Centro Histórico. Este mercado se distingue por su oferta de productos para la alta cocina y carnes exóticas como la de cocodrilo o león.

La historia del mercado se remonta a hace más de un siglo cuando tenía otro nombre y fue consolidándose gracias a la donación de un prominente comerciante de la zona.

Sus orígenes se remontan a hace casi 120 años, cuando se conocía como mercado Iturbide. Ahí se expendía toda clase de víveres y enseres para los pocos habitantes de la capital. Tiempo después, el señor Ernesto Pugibet –quien le da nombre a la calle donde se ubica el mercado hoy día– donó el terreno para la creación de este espacio comercial.

En la actualidad, el mercado de San Juan brinda la posibilidad de adquirir alimentos frescos pero también comida preparada para su consumo en el lugar, especialmente emparedados o baguettes con quesos y productos cárnicos madurados (salami, diversas variedades de chorizo y roast beef, entre otros), todos ellos de importación. Usualmente, las personas que atienden los locales ofrecen una degustación de los productos a los clientes, y ¿por qué no? una copa de vino de cortesía para acompañar el bocadillo.

La posibilidad de comer en las instalaciones lo convierte en un lugar conveniente para los visitantes que buscan una opción distinta a la tradicional oferta de la ciudad.

El exótico mercado de San Juan de la Ciudad de México

Los habitantes de la capital o visitantes que desean llevar sus compras para cocinar, pueden adquirir carnes frescas exóticas

Armadillo, iguana, zorrillo, venado; mucho y buen conejo, lechón, cabrito y carnero aquí se venden. De Honduras llega carne de tepezcuintle y de Texas la de jabalí; también de avestruz, búfalo, cocodrilo de Florida… Hasta de león. Procede de leones de criadero, es una carne algo dura y un poco ácida, diferente a todas, de color grisáceo.

Pero la oferta no se limita a animales terrestres:

Las pescaderías son los locales más famosos de San Juan. Anguilas, mantarrayas y tenazas de cangrejo moro se asoman en los limpios locales entre el atún y el salmón frescos; menos comunes son el percebe –molusco que crece en las rocas– esmedregal –pescado para la comida cantonesa– cigala, langostino danés, cangrejo de Alaska…

La mayoría de las carnes que se ofrecen en el mercado San Juan son ajenas a la gastronomía tradicional mexicana, por ello su venta en este lugar inspira la curiosidad de los capitalinos y visitantes, y ciertamente aviva la creatividad de los chefs o sibaritas que acuden a surtirse a este espacio.

Además, es uno de los lugares en los que se pueden encontrar bajo un mismo techo todos los ingredientes para cocinar los platillos típicos de navidad y fin de año a los que nos hemos referido en el pasado.

El colorido del campo

En otra sección del mercado descansan verduras bien acomodadas y muy frescas: tomate de milpa o tomatillo, pepino europeo, ejote francés, zanahoria y elote baby, delgado y pequeño, lechugas coreana e italiana. Más puestos y más variedades: yuca, malanga y ñame –tubérculos del Caribe–, echalot, ajo y cebolla a la vez, chinchayote, azafrán de raíz, naranja agria…

Las verduras orientales tienen nombres regionales difíciles de pronunciar: ¿tun kua?, ¿tai choi?, ¿bu jao? Lo pa es un rábano blanco; shi shuan es la pimienta china y tofu, el queso de soya. También hay jengibre, hoja de crisantemo, chícharo chino, frijol soya y otros ingredientes. En una vitrina se muestran productos orientales envasados, como el vinagre de arroz, la pasta de ajonjolí, el fideo transparente, el alga para sopa, la acelga china, el lirio o el mochigome, especie de arroz dulce.

Y en un instante se puede pasar de China a España en este mercado. Aquí se pueden comprar embutidos artesanales de cuidada elaboración: morcillas, chistorras, butifarras catalana, blanca, negra, fuet, sobreasada. En los locales de abarrotes –San Juan tiene todos los giros de un mercado normal– se encuentra latería de Europa, vinagres de varios tipos, buenas pastas italianas, los mejores aceites de oliva y productos similares.

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Los lácteos

Enormes bolas de sabor son los quesos gouda holandeses, que se exhiben en algunas de las cremerías. Ejemplo representativo es La Jersey, negocio con un siglo de tradición, herencia de la abuela. Españoles, italianos, franceses, holandeses, argentinos… la Torre de Babel desfila por La Jersey en busca de los mejores quesos europeos y artesanías culinarias.

“La clientela de este mercado es gente selectiva que cuida mucho su calidad de vida y hace un esfuerzo en tiempo y dinero para comer bien,” afirma Roberto Castro mientras despacha. “Temprano ve uno en el mercado a hombres de negocios, políticos y artistas que vienen en persona a escoger su comida. La sociedad de consumo ve al cliente sólo como un signo de pesos, cuando a los latinos nos gusta el calor humano, platicar. Aquí tratamos que el cliente se sienta un rey y con ellos establecemos relaciones de muchos años, de generaciones.”

San Juan ocupa el primer sitio del conteo realizado por el portal HelloDF de “Los 10 mercados de la Ciudad de México que todos deben conocer” y no debe ser confundido con el mercado municipal San Juan en la colonia Juárez Pantitlán, en el vecino Estado de México.

La asombrosa historia del barrio de San Juan

El emblemático barrio de San Juan se encuentra en la zona sur del Centro Histórico, y es uno de los que aporta más historia en la capital. Puede traducisrse como un paraje que destaca por contar con varias edificaciones consideradas como monumentos artísticos, además de sus concurridos mercados y desde luego, el afamado Barrio Chino.

Esta zona tuvo sus inicios en la época prehispánica, cuando los aztecas se asentaron en Moyotlan, que en náhuatl quiere decir “lugar de mosquitos”. Dicho barrio era uno de los más importantes para México-Tenochtitlán, pues además de que era uno de los más poblados, contaba con el mercado más relevante de la capital.

Justo en el centro de esa área se creó una especie de plaza, donde los indígenas se abastecían de productos y alimentos. Tras la Conquista. Con el paso del tiempo se fueron incorporando distintas capillas y parroquias; y muchos de estos nuevos inmuebles encontraban su devoción en Juan el Bautista, santo que le otorgó el topónimo a la zona.

No obstante, durante las primeras décadas del siglo XVII, una inundación sorprendió a los residentes de la capital, y lamentablemente, el barrio de San Juan fue uno de los más afectados. Fue hasta el siglo XIX que comenzó a recuperare, gracias al nacimiento de un mercado que se inauguró en la plaza principal de la colonia. Este destino comercial abrió sus puertas en 1850 y se llamó Mercado de Iturbide.

El exótico mercado de San Juan de la Ciudad de México

Cabe mencionar que el arquitecto encargado de la construcción de este mercado, utilizó hierro para techar el patio principal, además de incluir una buena iluminación e inclusive ventilación. También tenía una protección especial en el techo, por las constantes lluvias que visitaban la Ciudad de México. Para la década de los 50, el gobierno de la capital decidió construir mercados más modernos en la zona. De esta gran iniciativa, nacieron mercados como el de Jamaica, el de La Merced y algunos de La Lagunilla.

Hoy, además de todo, el barrio de San Juan se caracteriza por la festividad del santo que bautizó la zona. Cada 24 de junio se celebran grandes fiestas en los mercados, donde todos los vecinos se divierten a lo grande, pues recuerdan con nostalgia los hitos que le han dado identidad a su barrio.

Cómo llegar al mercado de San Juan

El mercado San Juan se ubica en la calle Ernesto Pugibet, entre José María Marroquí y Luis Moya, a cuatro cuadras del Eje Central Lázaro Cárdenas y de la estación San Juan de Letrán, de la línea 8 del metro (cerca también se encuentra la estación Salto del Agua). Frente al mercado hay algunos cajones de estacionamiento y cuidadores.