Zoológico de Chapultepec, refugio de animales en CDMX
Zoológico de Chapultepec, refugio de animales en CDMX: Osos panda, jirafas, orangutanes y otras 119 especies más, han sido los habitantes del Zoológico de Chapultepec de la Ciudad de México, durante los últimos 97 años, por lo que es uno de los principales recintos de América Latina orientados a la protección de animales en peligro de extinción.
El 6 de julio de 1923 se colocó la primera piedra del Zoológico de Chapultepec, pero su inauguración oficial fue el 27 de octubre de 1924 y desde entonces, se ha convertido en el hogar de mil 236 ejemplares de 222 especies diferentes, de acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente capitalina.
El zoológico se divide en seis biomas artificiales que son: pastizales, franja costera, desierto, bosque tropical, bosque templado, además de que cuenta con un aviario, un mariposario y un herpetario, donde puedes aprender sobre diferentes especies de reptiles, anfibios y lepidópteros.
La antigua estación del trenecito, que recorría el interior del Zoológico de Chapultepec, se construyó en 1928 por José Gómez Echeverría, pero dejó de operar en 2006.
A lo largo de su historia, ha sido incluido en diversos programas e iniciativas nacionales e internacionales para la reproducción, educación, investigación y conservación de especies, como del lobo mexicano, el oso panda, el borrego cimarrón, el cóndor de California, el tigre de sumatra y el águila real.
Incluso, el Zoológico de Chapultepec fue el primer recinto fuera de China que logró la reproducción de pandas bajo cuidado humano. En el caso del cóndor de California, el recinto es el único en albergar esta especie en México y fue el primero en registrar nacimientos de polluelos de cóndor de California en Latinoamérica.
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A la fecha, en Chapultepec se ha logrado el nacimiento y sobrevivencia de siete polluelos de cóndor, lo que también lo hizo el primero en conseguir la reintroducción de cinco ejemplares a su hábitat natural en en la Sierra de San Pedro Mártir. Otro de los casos de éxito representativos de conservación, es el del lobo mexicano que, como parte del Programa Binacional México–Estados Unidos, se ha reproducido con éxito desde 1989.
Asimismo, el zoológico alberga a las dos únicas hembras de panda gigante que no pertenecen a China y que además son las más longevas fuera del mismo país: Shuan Shuan nació el 15 de junio de 1987 y Xin Xin nació el 1 de julio de 1990. También logró la reproducción de los perros mapache, siendo el único zoológico en México que cuenta con esta especie, así como de teporingos, al tener colonias reproductivas en cautiverio.
El zoológico capitalino permanece cerrado como parte de las medidas preventivas para evitar la propagación del coronavirus covid-19; sin embargo, la dependencia indicó que se continúa trabajando a puerta cerrada para la conservación de las especies, y para la atención y bienestar de cada uno de los ejemplares.
UN ESPACIO QUE EXISTÍA DESDE EL SIGLO XIX
Aunque en la actualidad hay quienes critican a los zoológicos porque se tiene más conciencia de que el cautiverio puede ocasionar sufrimiento a los animales, todavía hay mucha gente a la que le gusta acudir a ellos. Si esto es así hoy, cuando tenemos acceso a muchos videos y documentales en los que podemos ver a las especies en sus hábitats naturales, el interés que suscitaron en épocas en las que se carecía de esta posibilidad debe haber sido mayor. Para mucha gente, sobre todo de zonas urbanas, los zoológicos representaban la única posibilidad de mirar –aunque fuera a través de una ventana o reja– un poco de la riqueza natural.
Las primeras noticias acerca de los intentos por formar un zoológico como parte de la DEB se encuentran en un boletín en el que se registró una plática dada por Herrera, el 30 de noviembre de 1922 en la biblioteca de la Secretaría de Agricultura y Fomento, sobre la importancia de los zoológicos en el mundo. Ahí expresó que con estos establecimientos los científicos podían ensanchar sus conocimientos, los artistas encontrar oportunidades para expresarse y el pueblo un lugar para acercarse a la historia natural.
En el mismo boletín, Herrera informó que la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas había entregado ya un magnífico terreno en Chapultepec, de 141 114 metros cuadrados, para construir ahí un parque zoológico. Debido a que un proyecto así requería de mucho dinero, se había formado la Sociedad de Estudios Biológicos, agrupación organizada para conseguir fondos. Un integrante fue, por ejemplo, Álvaro Obregón, quien donó el hotel Bay View de California, Estados Unidos, para que con sus ingresos se apoyara al zoológico y a otros proyectos de la DEB.
Algunos animales llegaron al zoológico procedentes de distintas regiones de México, pero también hubo ejemplares africanos que se obtuvieron por intercambio.
