México: un gran destino para todos los viajeros

Con 26 puntos declarados Patrimonio Mundial por la UNESCO, encantadores pueblos coloniales y docenas de apasionantes ciudades, hay mucho que explorar en este país de 109 millones de habitantes.

Fuera de las ciudades, las impresionantes playas del Pacífico, los inhóspitos desiertos, los pantanos de mangle y las pozas naturales para nadar te proporcionan todo lo necesario para pasar unas vacaciones relajantes, románticas o de aventuras.

La ciudad de México, cautivadora, cosmopolita y caótica, así como sus 32 estados, ofrecen una multitud de experiencias, desde relajadas y tranquilas, hasta animadas y con descarga de adrenalina incluida.

Turismo de México

Quizás una de las características que confluye y cabe resaltar en México, es la predominancia de esa fuerte vibra que emana, se percibe y absorbe. Muchos viajeros de todos los rincones del mundo, coinciden en éste escenario año con año para recargarse de energía.

Vestidos de blanco, el 21 de marzo trepan a la cumbre piramidal, porque se tiene la firme creencia de que éstos sitios pueden limpiar de cargas negativas en una especie de renovación impoluta. Sea coincidente la época del equinoccio o no, lo que deja sin lugar a dudas, es que recorrer éstos parajes ofrece un efecto catártico en el visitante que permanece en la memoria.

Por si fuera poco, la picardía y el humor de su gente también encantan. Una sonrisa siempre dispuesta en el rostro de un pueblo que es capaz de encontrarle el lado amable hasta a la misma muerte. Para muestra basta un botón y nada mejor como la festividad del 2 de noviembre (día de Muertos) para dar testimonio de ello.

Ofrendas se extienden en altares decorados con todo aquello que para el difunto en vida era apreciado. Comida y bebida favorita, fotografías rememorando al invitado de honor. Se piensa que en esa fecha el espíritu de los que han partido, regresa para visitar a sus seres queridos. Incluso se escriben las famosas «calaveritas«, que no son más que rimas socarronas que anuncian de manera satírica el encuentro con «La Dientona«, forma popular de nombrar a la Muerte en México.