Historia y receta de los chilaquiles, un desayuno típico mexicano
Los chilaquiles son un platillo típico de la gastronomía mexicana que consiste en tortillas fritas o tostadas bañadas en salsa picante, con queso, crema, cebolla y otros ingredientes al gusto. Son una delicia para el paladar y una excelente opción para el desayuno o el almuerzo. En este artículo te contaremos la historia de los chilaquiles, dónde y cuándo se originaron, por qué se llaman así y cómo puedes prepararlos en casa con una receta sencilla y deliciosa.
Historia de los chilaquiles
El origen de los chilaquiles es incierto, ya que no se tiene un registro exacto de su creación. Los ingredientes básicos (chile y tortilla) son nativos de México, pero los aderezos (queso, cebolla y pollo) fueron traídos del Viejo Mundo. Se dice que los chilaquiles llegaron a Estados Unidos de la mano del libro de cocina “The Spanish Cook” de Encarnación Pinedo en 1898.
La palabra chilaquiles proviene del náhuatl chīlaquīlli, que significa “algo metido en chile”. Según el lingüista Ángel María Garibay, este término hace referencia a los trozos de tortilla que se sumergen en la salsa de chile para suavizarlos. Otra teoría, menos aceptada, es que chilaquiles viene de chilli (chile), atl (agua) y quilitl (hierba comestible).
Los chilaquiles son un plato antiguo que se remonta a la época prehispánica. El misionero franciscano Alonso de Molina mencionó en 1571 la salsa de chile o chilmulli, que era muy típica de los nativos. Se cree que para aprovechar las tortillas endurecidas del día anterior, se bañaban en esta salsa para darles sabor y textura.
La primera referencia escrita de los chilaquiles en su forma moderna fue en 1821 en el recetario “Arte nuevo de cocina y repostería acomodado al uso mexicano”. En este libro se describe una receta con carne de puerco, chorizo, clemole (una salsa espesa), ajonjolí, manteca y tortillas. Más tarde, en 1831, se publicó el “Cocinero mexicano o colección de las mejores recetas para guisar al estilo americano”, donde se incluye una receta más sencilla con salsa roja o verde, queso fresco y cebolla.
Los chilaquiles son un plato muy versátil que ha evolucionado con el tiempo y el lugar. Existen muchas variantes regionales e incluso familiares, con diferentes tipos de salsa, carne, huevo, frijoles y otros ingredientes. Los más populares son los chilaquiles rojos y los verdes, pero también hay chilaquiles con mole, con frijoles, con crema poblana, con salsa de chipotle y hasta con mariscos.
¿Dónde y cuándo se producen los chilaquiles?
Los chilaquiles se producen en todo México, ya que son un plato muy común y fácil de elaborar. Se pueden encontrar en casas particulares, fondas, mercados, taquerías y restaurantes de todo tipo. También se han extendido a otros países como Estados Unidos, donde hay una gran población mexicana o de origen mexicano.
Los chilaquiles se consumen principalmente en el desayuno o el almuerzo, aunque también se pueden comer a cualquier hora del día. Son una comida reconfortante que ayuda a aliviar la resaca o el malestar estomacal. También son una forma de aprovechar las tortillas sobrantes y evitar el desperdicio.
Los chilaquiles son un plato festivo que se suele servir en ocasiones especiales como cumpleaños, bautizos, bodas o fiestas patrias. También son una opción popular para los brunchs o los buffets de los hoteles. Los chilaquiles son una muestra de la riqueza y diversidad de la cocina mexicana.
Receta de chilaquiles rojos
Para hacer unos ricos chilaquiles rojos necesitas los siguientes ingredientes:
- 12 tortillas de maíz (preferiblemente secas o del día anterior)
- Aceite vegetal para freír
- 3 jitomates (tomates rojos)
- 6 chiles guajillos (secos y limpios)
- 2 dientes de ajo
- 1/4 de cebolla
- Sal al gusto
- 1 ramita de epazote (opcional)
- 200 ml de crema ácida
- 250 g de queso fresco desmoronado
- 1/2 cebolla fileteada
- Frijoles refritos para acompañar (opcional)
- Huevos estrellados para acompañar (opcional)
El procedimiento es el siguiente:
- Corta las tortillas en triángulos o cuadros y fríelas en una sartén con aceite caliente hasta que estén doradas y crujientes. Escúrrelas sobre papel absorbente y reserva.
- Hierve los jitomates en una olla con agua durante unos minutos hasta que se suavicen. Agrega los chiles guajillos y deja que hiervan por un par de minutos más. Retira del fuego y deja que se enfríen un poco.
- Licúa los jitomates y los chiles con el agua de cocción, los ajos, la cebolla y la sal hasta obtener una salsa homogénea. Cuélala y reserva.
- Calienta una cucharada de aceite en una cacerola y vierte la salsa. Agrega el epazote si lo deseas y deja que hierva a fuego medio durante unos minutos, moviendo ocasionalmente, hasta que espese un poco.
- En un plato hondo o una fuente, coloca una capa de tortillas fritas y báñalas con la salsa caliente. Repite con otra capa de tortillas y salsa hasta terminar.
- Espolvorea el queso sobre los chilaquiles y agrega la crema al gusto. Decora con la cebolla fileteada y sirve caliente.
- Si quieres, puedes acompañar los chilaquiles con frijoles refritos y huevos estrellados. También puedes agregar pollo deshebrado, carne asada o chorizo frito si te gusta.
¡Disfruta de tus chilaquiles rojos caseros! Son una excelente forma de empezar el día con energía y sabor. Recuerda que también puedes hacerlos con salsa verde o con mole si prefieres. Lo importante es que los disfrutes con tu familia o amigos.
Esperamos que te haya gustado este artículo sobre los chilaquiles, su historia, su origen y su receta. Si quieres saber más sobre la gastronomía mexicana, te invitamos a leer otros artículos de nuestro blog, donde encontrarás información interesante y útil para tu próximo viaje a México.