En la Revista del Consumidor correspondiente al mes de agosto, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) exhibió a las marcas que no contienen jamón ni pavo como lo prometen en la descripción de sus etiquetados.
En la Revista del Consumidor correspondiente al mes de agosto, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) exhibió a las marcas que no contienen jamón ni pavo como lo prometen en la descripción de sus etiquetados.

Profeco exhibe a marcas de jamón que no contienen jamón ni pavo

Profeco exhibe a marcas de jamón que no contienen jamón ni pavo, Jamón con soya o de pavo, pero con cerdo, tiene menor contenido de carne e incumple la Norma y etiquetado, fueron parte de las irregularidades que detectó la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).

En un estudio del Laboratorio Nacional de Protección al Consumidor fueron analizadas 44 marcas de jamón extrafino, fino, preferente, comercial y económico, por lo que en 11 productos se detectó algún tipo de incumplimiento.

Por ejemplo, están fuera de la norma: Parma Campestre, de pierna de 250g, el cual dice ser "fino", pero como contiene fécula, deber ser "preferente".

"Algunas marcas incorporan ingredientes no cárnicos cuyo objetivo es sustituir una parte de la carne con un aporte proteico y funcional (soya), mientras que hay otros ingredientes como los almidones o las féculas de papa, maíz o chícharo; así como la carragenina, que se utiliza para aumentar la capacidad de retención de agua", expuso.

Cuadritos y Virginia de Pavo Granel incumplen el porcentaje de proteína libre de grasa, pues ostentan en la clasificación "preferente".

Parma Sabori, jamón Virginia de Pavo de 250 gramos, que tiene una leyenda "reducido en sodio", no cumple con el 25% de disminución de sodio; mientras que San Rafael, jamón real pierna de 300 gramos, contiene almidón que no detalla.

Las marcas que no tienen datos veraces en las etiquetas son: Bafar, jamón de pavo 400 gramos, y Duby, jamón cocido de pavo de 500 gramos, que tienen 4.7% y 4.6% menos producto, respectivamente, por lo que ambas marcas no cumplen con el contenido que anuncian.

Galy, jamón cocido de cerdo y pavo a granel, contiene 51.5% de cerdo, en lugar del 55% de proteína que es el porcentaje mínimo a contener. Parma, jamón de pierna york 200g, no indica en la etiqueta la clasificación "comercial".

La Profeco aseguró que no debería usar la denominación "jamón" la marca Sparta Cocido, jamón de pavo y cerdo de  un kilogramo, ya que contiene pollo que no declara en la lista de ingredientes, a dicho fabricante se le requirió y mostró cambio en la formulación y nueva etiqueta del producto.

Duby, en presentación de 500 gramos, se denomina "jamón cocido de pavo", pero la carne que utiliza es algo más que muslo de pavo, es decir, no cumple con la Norma Oficial Mexicana-158-SCFI-2003 Jamón-Denominación y clasificación comercial, especificaciones fisicoquímicas, microbiológicas, organolépticas, información comercial y métodos de prueba.

En el caso de Lala Plenía no indica en la etiqueta el porcentaje de proteína de soya adicionada, por lo que la Profeco notificó al fabricante, el cual adicionó en la etiqueta el porcentaje de soya que contiene.

La Profeco sugirió a los consumidores "tener en cuenta que, según el grado de calidad, se emplean también otros ingredientes, además de las materias primas cárnicas que sean más baratas".

Profeco exhibe a marcas por no contener jamón de cerdo ni de pavo como prometen

La Procuraduría General del Consumidor (Profeco) ha lanzado un estudio en el que se analizan los jamonesy en el que alerta que muchos de las que se comercializan incumplen con la normatividad, no dan información veraz, contienen soya sin decirlo, indican que son ligth cuando no lo son. 

El estudio fue realizado por el Laboratorio Nacional de Protección al Consumidor en el que se incluyó más de 570 pruebas a 44 productos de distintas marcas y clasificaciones (Extrafino, Fino, Preferente, Comercial y Económico).

En cada producto se determinó, entre otras cosas, calidad sanitaria, calorías, carbohidratos, fécula, grasa, humedad, proteína, sodio y tipo de carne, explicó el laboratorio de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), que encabeza Ricardo Sheffield Padilla.

Entre las principales conclusiones del estudio, realizado entre el 24 de marzo y el 10 de junio del presente año, se encuentran las siguientes:

Las marcas Bafar, jamón de pavo 400g, y Duby, jamón cocido de pavo 500g, tienen 4.7% y 4.6% menos producto, respectivamente, por lo que ambas marcas no cumplen con el contenido que anuncian.

Galy, jamón cocido de cerdo y pavo a granel, a su vez, incumple el porcentaje mínimo de cerdo que debe tener, ya que contiene 51.5% y debe tener mínimo de 55%; mientras que la marca Parma, jamón de pierna york 200g, no indica en etiqueta la clasificación comercial.

De acuerdo a su formulación, Sparta Cocido, jamón de pavo y cerdo de 1 kg, no debería usar la denominación jamón puesto que contiene pollo que no declara en ingredientes. Al requerirlo, el fabricante mostró cambio en la formulación y nueva etiqueta del producto.

Duby 500g se denomina “jamón cocido de pavo” pero la totalidad de la carne utilizada no corresponde a muslo de pavo, como lo exige la Norma Oficial Mexicana-158-SCFI-2003 Jamón-Denominación y clasificación comercial, especificaciones fisicoquímicas, microbiológicas, organolépticas, información comercial y métodos de prueba.

Lala Plenía, jamón virginia de pavo 250g, no indica en etiqueta el porcentaje de proteína de soya adicionada. (El fabricante mostró el cambio de etiqueta para corregir la omisión del porcentaje de soya). 

Están fuera de la norma:

Parma Campestre, Jamón de pierna 250g se ostenta como "fino", pero contiene fécula que, de acuerdo a esa clasificación, no debe tener. (El fabricante mostró el cambio de etiqueta para que corresponda a la categoría “preferente”)
Cuadritos, jamón virginia de pavo/ A granel no cumple el porcentaje de proteína libre de grasa, de acuerdo a la clasificación "preferente" que ostenta.
Parma Sabori, jamón virginia de pavo 250g no cumple con el 25% de reducción de sodio para ostentarse como "Reducido en sodio".
San Rafael, jamón real pierna 300g contiene almidón que no declara en sus ingredientes.

Recomendaciones para los consumidores:

  • Puede haber algunos ingredientes que se consideren alérgenos para algunas personas como gluten, leche o soya.
  • En el mercado hay otros embutidos cuyas características a simple vista pueden ser similares a un jamón, pero que no se denominan como tal.
  • La información en la etiqueta permite no exceder niveles y de esa manera, se cuida la salud.
  • Mantenga el producto siempre en refrigeración.
  • Antes de adquirir un producto, compárelo con otros, ya que 100 gramos de jamón fino, por ejemplo, puede costar incluso lo mismo que la igual cantidad de jamón extrafino, de acuerdo con la marca.
  • Tener en cuenta que, según el grado de calidad, se emplean también otros ingredientes, además de las materias primas cárnicas que sean más baratas.
  • Algunas marcas incorporan ingredientes no cárnicos cuyo objetivo es sustituir una parte de la carne con un aporte proteico y funcional (soya), mientras que hay otros ingredientes como los almidones o las féculas de papa, maíz o chícharo; así como la carragenina, que se utiliza para aumentar la capacidad de retención de agua.

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