Himno Nacional mexicano, te contamos cual es su historia: Hablar de un lábaropatrio es un asunto de mucho rigor y respeto, pero hablar de creación artística, no siempre resulta tan riguroso, porque el arte como el quehacer humano está casi siempre envuelto de una serie de accidentes a veces afortunados y otras desafortunados.
Este fue el caso del Himno Nacional, una obra compuesta por Francisco González Bocanegra, un poeta y dramaturgo que una tarde de 1853 paseaba tranquilamente con su prima y prometida: Guadalupe González del Pino Villalpando, por algún lugar pintoresco de la CDMX.
Quizá ambos tenían tan poco qué hacer, que la chica a sabiendas del talento de su novio, le pidió entrara al concurso para el himno nacional que estaba promoviendo el entonces presidente de México, Carlos Santana ¡Perdón! Antonio López de Santa Anna.
El joven Bocanegra se negó al principio y las veces siguientes a escribir tal osadía y tenía muy a disgusto a su prometida, quien sabía que la convocatoria estaría abierta sólo por 20 días.Pero un buen día, la chica lo invitó a su casa de Santa Clara, ahora Tacuba 48 en la alcaldía Cuauhtémoc.
Guadalupe…¡Un amor nacionalista!
Cualquiera pensaría que lo habría invitado con fines amatorios, pero era 1800 y sólo un ingenuo (Como Bocanegra) caería en una situación como esa. El poeta fue listo y dispuesto al encuentro de su amada, pero cuando llegó, lo único que encontró fue a una Guadalupe enojada, quien le dijo que si no escribía ése himno y participaba en ése concurso, ella pasaría la vida enojada con él, así que lo encerró en un pequeño cuarto atascado de libros de historia de México para que se inspirara.
En dicho concurso ni siquiera había un premio material, pero ése no era más el objetivo de el encerrado Francisco, que hasta ahora había escrito sonetos y versos únicamente para sus amores. Sin embargo, sabía que Guadalupe no se conformaría con puras palabras de amor, así que no perdió más el tiempo y en 4 horas escribió las 10 estrofas que componen al Himno Nacional Mexicano.
Cuando terminó su tarea, pasó un puñado de hojas por debajo de la puerta, Guadalupe las aprobó y de inmediato abrió la puerta para abrazarlo con felicidad.
La joven no se equivocaba, pues Bocanegra resultó ganador del concurso de 15 participantes. Sin embargo, aunque su trabajo no fue reconocido en ése momento, sus estrofas fueron publicadas en Diario Oficial de la Nación el 3 de febrero de 1854 y el 12 de agosto de 1854 Jaime Nunó Roca, director español de una banda de guerra y amigo de Santa Anna, ganó con la composición musical Dios y Libertad para acompañar los versos de Bocanegra.
El 15 de septiembre de ese año, el Himno Nacional fue entonado por primera vez por un par de cantantes italianos: la soprano Claudia Fiorentini y el tenor Lorenzo Salvi, dirigidos por Giovanni Botesini.
No soy de aquí, ni soy de allá…
En 1855, cuando los liberales tomaron el poder, pidieron que se dejara de tocar la pieza y fue hasta 1876, cuando Porfirio Díaz presidía el país, que se volvió a tocar el Himno en ceremonias oficiales.
Las estrofas del Himno Nacional aluden a victorias mexicanas en batallas, tratan sobre la defensa de la patria, las virtudes del pueblo que la ejerce y el sacrificio que conlleva. Sin embargo a lo largo de la historia y dependiendo de quién gobernaba México, se cantaba el himno algunas veces completo y otras acortado, por lo que fue hasta que en un decreto expedido por Manuel Ávila Camacho en 1943, cuando se oficializó, quedó reducido a cantar sólo cuatro estrofas y el estribillo, debido a que era difícil para todos memorizarlo.
Desde 1984 es la Secretaría de Gobernación con base en la Ley sobre el escudo, la bandera y por consiguiente, el Himno Nacional, quien se ocupa de los lábaros patrios.
Actualmente, volvió a la memoria colectiva, debido a que algunos jóvenes usuarios en redes sociales tuvieron la idea de bailarlo para subir sus videos a TikTok, pero fueron muy criticados, debido a que rompían la solemnidad de la composición.
Estas fiestas patrias, tocará vivirlas en un encierro parecido al de Bocanegra, pero no te sientas mal, piensa que a diferencia del autor del himno, estás en un mejor siglo para estar encerrado en cualquier sitio.
Himno Nacional mexicano, te contamos cual es su verdadera historia
Los himnos son composiciones solemnes de carácter poético y musical en alabanza de personajes, cosas o sucesos extraordinarios, predominando la función poética del lenguaje, viéndose robustecida, además, por la fuerza expresiva que le añade la musicalidad al ser interpretados. Los autores o compositores de los himnos recogen en sus letras los valores, sentimientos, esperanzas o sueños que identifican a un grupo de personas o colectividades.
Una composición del himno nacional es necesaria para que un pueblo se identifique con su nación y en muchos casos, a través de esas composiciones se conoce y se siente la historia por la que ha pasado el país.
En el caso de nuestro México, ha habido varios himnos nacionales que por diferentes causas y motivos quedaron en el olvido, tal es el primero que se tiene documentado por los historiadores, el compuesto por José Torrescano el 28 de julio de 1821, dedicado a Agustín de Iturbide, un año después aquella composición fue sustituida por José María Garmendia, que también se lo había dedicado a Iturbide, ya emperador de México, que cuando el régimen monárquico llegó a su fin, prevaleciendo entonces un gobierno republicano, esta composición también fue desechada, pasando a realizar himnos que no tuvieron eco como los de Francisco Manuel Sánchez de Tagle, Mariano Elizaga, José María Heredia y otros sin éxito, en la exaltación de virtudes sobre políticos y héroes del momento, o bien, según el bando que imperaba entonces.
La difícil situación en que quedó México después de la invasión estadounidense (1846-1848), que incluyó la pérdida de más de la mitad del territorio nacional, pareció ser una razón más que poderosa para hacer un llamado a la creación de conciencia sobre la unidad nacional, la Academia de San Juan de Letrán en 1849, lanzó una convocatoria para elegir un himno que unificara a todos los mexicanos bajo un sentido patriótico según las palabras del entonces presidente Antonio López de Santa Anna.
Sin encontrar mucho eco en aquella convocatoria, cuatro años después, el gobierno mexicano todavía encabezado por López de Santa Anna, convocó a un concurso para escribir un himno a la patria en un término de veinte días.
Entre otros, participó Francisco de Paula González Bocanegra, conocido como Francisco González Bocanegra, oriundo de San Luis Potosí, quien fue un poeta lírico, dramaturgo, crítico teatral, orador y articulista, quien finalmente ganó dicho concurso declarándose como tal el 3 de febrero de 1854. Ahora bien, la letra ya estaba aprobada, faltaba la música, se lanzó un concurso para tal efecto, cuando se llevó a cabo la elección, resultó ganador Giovanni Bottesini, pero fue rechazada por su estética y esto provocó un segundo concurso nacional para encontrar la música adecuada para la letra, entre los concursantes, la música que fue elegida para el trabajo de González, fue la compuesta por el español Jaime Nonó Roca, más conocido como Jaime Nunó, quien fue un compositor, concertista, director de orquesta y director de óperas, también era líder de varias bandas militares mexicanas.
Finalmente, el Himno Nacional Mexicano, con música de Jaime Nunó y letra de Francisco González Bocanegra, fue interpretado por primera vez en público el 15 de septiembre de 1854 en el otrora Teatro Santa Anna, hoy Teatro Nacional de México.
Es oportuno mencionar que la composición y música del himno nacional, no quedó totalmente saldada como hoy lo conocemos, entre los vaivenes y tribulaciones políticas, como el derrocamiento de López de Santa Anna y otros acontecimientos históricos, llevaron a que se realizaran cambios en la letra porque a decir de los liberales, ensalzaba mucho a los conservadores y así ante esta inestabilidad política que imperaba en México, sería hasta el mandato de Porfirio Díaz (José de la Cruz Porfirio Díaz Mori), que el Himno volvería a ser tomado en cuenta para ser interpretado en las ceremonias oficiales, aunque con el tiempo las 10 estrofas que conformaban la composición original de González Bocanegra habían ido sufriendo diversas supresiones y modificaciones.