El presidente de México refirió que este otro comunicador levantó polémica al indicar que “se dejaría morir a los más débiles” como ancianos o personas enfermas
El presidente de México refirió que este otro comunicador levantó polémica al indicar que “se dejaría morir a los más débiles” como ancianos o personas enfermas

AMLO Leo Zuckermann también difundió información tendenciosa

Desde que el presidente López Obrador asumió su cargo, ha señalado sin miramientos personales los ataques que todo tipo de periodistas le han lanzado, medida que fue criticada por asociaciones internacionales que veían en los dichos del inquilino de Palacio Nacional, una afrenta contra la libertad de expresión. El presidente por su parte siempre dijo que su pecho no era bodega, y que así como determinados medios o periodistas lo atacaban sin fundamento, él también tenía derecho a defenderse.

Tan sólo en la conferencia de prensa de esta mañana, el presidente se refirió a un tuit del analista de Televisa y Excélsior Leo Zuckermann, donde éste determinaba que en caso de que el presidente López Obrador cayera enfermo por COVID-19 se le daría prioridad a otros pacientes dada la “comorbilidad y edad” del presidente.

Ante la ocurrencia de Zuckerman el presidente dijo “que no me digan los conservadores que ellos matizan, estaba viendo un tuit de Leo Zuckerman –y se supone que él no es conservador, aparenta ser liberal- pero para que vean que no hay medias tintas, es la corrupción, la defensa del régimen corrupto que imperaba”, y pidió que se proyectara en la pantalla y se leyera el mensaje de la red social.

Con evidente molestia y asombró, el presidente mencionó “y todavía dice que no lo desea, no hay ni siquiera desearle mal a nadie”.

Una vez terminada la lectura del tuit, el presidente explicó que dicha postura del comentarista político se debía al rumor que en días pasados se difundió sobre una supuesta preferencia que se daría a los pacientes jóvenes antes que a los adultos mayores, derivado del ruido que genero el establecimiento de la Guía Bioética.

“Es sobre la polémica que echaron a andar de que nosotros íbamos a dejar morir a los ancianos o a los enfermos, cuando es un asunto humano, ¿por qué no planteamos que es un asunto de la intimidad dolorosísimo?, quienes hemos pasado por una experiencia así, sabemos qué se siente cuando tenemos un familiar a punto de morir, y que el doctor nos dice que ya no hay nada que hacer, y hay que tomar una decisión”, y advirtió el presidente “para meternos a esos temas nada más por diferencias políticas, se necesita estar enajenado”.

Y remató “se equivocan quienes piensan que la gente será susceptible de manipulación como antes, que con el manejo de los medios se formaba la opinión pública, ya no es así, esto cambio, cada ciudadano es un medio de comunicación”, sentenció López Obrador.

Aquí parte del artículo de Zuckermann detallando la problemática que se avecina por no saber cómo enfrentar el coronavirus.

Tengo en mis manos el último borrador del 15 de abril del Proyecto Guía de Triaje para la Asignación de Recursos de Medicina Crítica, elaborado por el Consejo de Salubridad General, la institución encargada de tomar las decisiones durante la pandemia y que preside el secretario de Salud. Hay toda una sección titulada Bioética y la Respuesta al COVID-19 que versa sobre este tema.

El asunto es fundamental. Los doctores tendrán que decidir a quién asignar los escasos respiradores y, por tanto, salvar sus vidas. No se puede dejar dicha decisión al criterio que cada uno establezca. Debe haber una guía por parte de las autoridades sanitarias. Es lo que está a punto de publicar nuestro gobierno.

El documento parte de la premisa, correcta, de que no estamos en tiempos normales donde se aplican criterios como que el primero que llega al hospital es el primero que recibe atención o que el primero que se atiende es el que más lo necesita.

En estos tiempos de pandemia, los objetivos de la salud pública son “tratar el mayor número de pacientes y salvar la mayor cantidad de vidas”. Para lograr esta segunda meta se requiere calcular “la posibilidad de que un paciente mejore y sobreviva” y “el tiempo que dicho paciente utilizará los recursos escasos que se pueden reutilizar”, indicó Leo Zuckermann.