Dieciocho meses esperó la comunidad gay en Costa Rica para que el calendario marcara “26 de mayo”, fecha en que la Corte Constitucional decretó que borraría un artículo del Código de Familia que impide los matrimonios entre personas del mismo sexo.
Dieciocho meses esperó la comunidad gay en Costa Rica para que el calendario marcara “26 de mayo”, fecha en que la Corte Constitucional decretó que borraría un artículo del Código de Familia que impide los matrimonios entre personas del mismo sexo.

Costa Rica primer país de Centroamérica en validar matrimonio igualitario

Costa Rica primer país de Centroamérica en validar matrimonio igualitario, Hace más de tres décadas Marco Castillo inició un camino hacia la igualdad, lleno de rechazos, obstáculos, pero también de satisfacciones y logros, el último de ellos el matrimonio igualitario en Costa Rica, que entrará en vigor el martes por orden de la Sala Constitucional.

El abogado, notario y activista, de 76 años, es quizás la cara más reconocida a nivel nacional por su lucha a favor de los derechos humanos de la población LGBTI. Esta travesía le costó represalias, señalamientos y una sanción como profesional.

"Recuerdo que antes cuando salía en televisión (a dar declaraciones) pedía que me taparan la cara, para evitar represalias y era de los pocos que se atrevían a hablar sobre el tema", dijo entre risas.

Este martes, parte de su esfuerzo será compensado con la entrada en vigencia por orden de la Sala Constitucional del matrimonio civil entre personas del mismo sexo, que le permitirá a estas parejas recibir los mismos beneficios que cualquier otro matrimonio.

 

Primera pareja homosexual de Costa Rica

Castillo también celebrará esta fecha histórica casándose con Rodrigo, su pareja desde hace siete años.

Ellos serán la primera pareja homosexual de Costa Rica en casarse en un Juzgado de Familia. Sin embargo, el Estado también tramitará más de 50 documentos que actualmente hacen fila en el Registro Civil.

"Con Rodrigo, me ha unido una gran sintonía por la lucha social, sobretodo a nivel centroamericano, donde él se ha enfocado. Eso nos ha dado una gran solidaridad, empatía y solidez y por eso nos vamos a casar. Nos casamos por amor y por una cuestión política de que tenemos derecho a casarnos por un juez de familia", expresó Castillo en una entrevista con Efe.

Durante todos estos años, Castillo también contó con el apoyo "solidario e incondicional" de su familia, hermanos, y amistades tanto de la diversidad sexual como heterosexuales, con quienes compartió sus faenas por la equidad social. Además, de su anterior pareja que durante 22 años lo acompañó hasta que falleció debido al cáncer.

Castillo se encuentra pensionado pero continúa como activista. Actualmente, es presidente de la Oficina Interseccional Pro Derechos Humanos- aunque la lista de asociaciones en las que participó es inmensa- y asegura que seguirá aportando su grano de arena hasta que pueda, ahora desde una trinchera más enfocada en las personas transexuales, quienes sufren discriminación en su hogar, en los empleos y tienen poco acceso a educación.

Suspensión

"Personalmente para mí ha sido gratificante llegar hasta aquí hoy", manifestó Castillo.

Este ímpetu por la causa, que defendió en las calles y en los juzgados, le llegó a afectar su carrera profesional, luego de que un juez lo suspendiera por 13 años para ejercer el notariado.

 

En el año 2015, Castillo casó a dos mujeres: Jazmín Elizondo y Laura Florez, aprovechando un error registral en el que una de ellas aparecía como de género masculino. Un Juzgado Notarial anuló el matrimonio y calificó la acción como un fraude.

"Apelé desde el mes de febrero y no he obtenido respuesta", manifestó Castillo, quien añadió que eso significa que la sentencia todavía no está en firme.

Jazmín y Laura conocieron a Castillo por recomendación de una amiga, habían escuchado hablar sobre él, pero nada más.

Un hombre valiente

"Cuando le conté el caso no titubeó, creo que fue muy valiente en comerse la bronca (…) estamos muy agradecidas con él, de que se haya atrevido a ir contra el sistema", afirmó Laura Florez a Efe.

La semana pasada una jueza anuló esa boda, lo que fue un duro golpe para la pareja y que le deja un sabor "agridulce" a poco tiempo de que el matrimonio igualitario sea una realidad en el país. Ambas presentaron un recurso de amparo y están a la espera de una respuesta.

"Es una victoria agridulce porque es un derecho que se ganó para todo el mundo, pero esto (la anulación) en lo personal nos afecta directamente (?) es molesto y engorroso, estamos tristes de recibir la noticia sin estar casadas en el Registro Civil como hemos estado en los últimos cinco años, es borrar lo que esta familia ha construido en cinco años", lamentó Florez.

Una larga lucha cada vez con más logros

"Nunca imaginamos que esto iba a pasar", dijo a Efe Alejandro Zúñiga, quien tras 21 años de relación con su pareja Juan Carlos Camacho, espera hacer realidad pronto el sueño de casarse.

Al igual que para muchas otras, para esta pareja fue una extensa espera en la que contaron con el apoyo de sus amigos y familia, y también de Dios, que para ellos es una pieza fundamental en sus vidas.

"Somos creyentes y mi Dios es lo primero antes de hacer cualquier cosa. Él nos ama como somos y nos creó como somos", afirmó Camacho.

En Costa Rica, el movimiento que abogó por los derechos de las personas gais inició en los años 70 con la creación de la Asociación Proderechos de la Homosexualidad, posteriormente a finales de los años 80 cuando llegó la pandemia del VIH-SIDA, empezó a ser mayor la represión hacia la población homosexual.

Según cuenta el abogado Castillo, a los hombres homosexuales se les detenía en las discotecas y bares, y las autoridades les realizaban una prueba obligatoria. Es a partir de ese momento que surgieron más organizaciones para visibilizar la igualdad de derechos para esta población.

Un país tolerante

La situación cambió a través de los años y actualmente, Costa Rica es considerado como uno de los países más tolerantes y avanzados de Latinoamérica en la materia.

Según un informe de Acnur, a pesar de los cambios en el contexto de desplazamiento forzoso en la región, "Costa Rica ha mantenido su tradición de respeto de los Derechos Humanos y acogida a las personas refugiadas entre ellas personas LGTBIQ".

Castillo asegura que Costa Rica no es "un oasis" sino más bien un país ejemplo en una región centroamericana que "todavía es muy homofóbica y machista, y donde hay muchos crímenes de odio".

Entre los logros alcanzados por Costa Rica en los últimos años se encuentran la visita conyugal a las cárceles, que las parejas del mismo sexo puedan darse muestras de cariño en lugares públicos, la aceptación de cambio de nombre para los transgénero y el reconocimiento de la pareja para efecto de recibir el beneficio de la pensión.

Además, existe el aseguramiento para este tipo de parejas en la Caja Costarricense del Seguro Social, opciones educativas especiales para personas transgénero, así como la aplicación de reglamentos en el sector público para la igualdad en derechos y beneficios laborales.

"Creo que el mayor logro que hemos tenido es que esto se hable públicamente, el hecho que se hable en la prensa, en la televisión, en la radio, en la calle, en la Asamblea Legislativa, en el Gobierno, que se discuta nuestra realidad a favor o en contra. El matrimonio igualitario es un gran logro, pero no es la equidad completa, seguiremos luchando", sentenció Castillo.

Costa Rica primer país de Centroamérica en validar matrimonio igualitario

Esos mismos 18 meses tuvo la Asamblea Legislativa del país centroamericano para implementar las reformas legales necesarias y ajustarlas a lo que había dictado una opinión consultiva de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en enero de 2018. La advertencia de los magistrados era clara: si al cumplirse esos 18 meses no se modificaba la legislación, el inciso 6 del numeral 14 del Código de Familia desaparecería y queda habilitado automáticamente el matrimonio igualitario.

El plazo está por cumplirse, y pese a un último intento de frenar estas uniones legales desde partidos políticos de corte religioso en la Asamblea, todo indica que desde la media noche del martes las parejas que desde hace años deseaban casarse, podrán hacerlo.

La fecha no pasará inadvertida, pues el movimiento “Sí Acepto” realizará una transmisión de tres horas en la televisión estatal costarricense para celebrar el acontecimiento y repasar la historia de la lucha por el matrimonio igualitario en el país. 

Gia Miranda, directora de “Sí Acepto” y una de las organizadoras de esta transmisión, explicó a The Associated Press que será una gala televisiva compuesta por cápsulas informativas, historias relacionadas con el matrimonio igualitario y hasta saludos de personalidades como la cantante española Mónica Naranjo y la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la chilena Michelle Bachellet.

“Nos da muchísima alegría. El único que podía ganar con esto es Costa Rica y el amor en general, que nos permite que las divisiones se derriben y seamos un país más próspero y atractivo, más seguro para el turismo, más atractivo pues avanza en su democracia”, dijo Miranda.

Esas divisiones fueron las que encendieron el clima electoral costarricense en 2018, cuando a sólo un mes de la votación en primera ronda, apareció la opinión consultiva de la Corte Interamericana y puso el tema en el centro de la discusión. Esa polarización puso al candidato evangélico Fabricio Alvarado como ganador de la primera ronda con su posición contra este tipo de uniones y rescató al oficialista Carlos Alvarado como segundo lugar con la tesis opuesta.

Dos meses después, Carlos Alvarado ganó la presidencia con la promesa de acatar lo dispuesto por la Corte, para lo cual incluso nombró por primera vez un Comisionado LBGTI. Sin embargo, el tema terminó resuelto no en la presidencia ni en la Asamblea Legislativa, sino en la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia. 

 

Varias parejas están se prepararon desde el lunes para ser las primeras en casarse al caer la medianoche ante notarios y jueces en eventos que serán en su mayoría privados y con pocas personas, pues se mantienen las restricciones relacionadas con la pandemia del COVID-19, pero en algunos casos serán compartidos en transmisiones desde las redes sociales de varias organizaciones.