¿Qué es la luna azul? el fenómeno que nos acompañará este Halloween
Entre el 31 de octubre y el 1° de noviembre se podrá observar la denominada “luna azul” o “blue moon”. Un término, que no alude al color del satélite natural, acuñado para definir un fenómeno astronómico que indica que habrá dos lunas llenas en un mismo mes.
Según científicos de la NASA, el particular evento se produce -aproximadamente- cada dos años y medio. De hecho, la última vez que pudo verse fue el 31 de marzo de 2018 y no volverá a repetirse hasta 2023.
¿Por qué azul?
De acuerdo a la agencia espacial de EEUU, en la actualidad se conoce como “Luna Azul” a la segunda Luna llena que aparece en el plazo de un mes.
La definición surgió en la década del 40 del siglo pasado. La revista Sky & Telescope publicó un artículo en 1946 titulado ‘Una vez cada Luna Azul’. El autor, James Hugh Pruett (1886-1955) citó al almanaque de Maine de 1937 y dijo: “La segunda (Luna llena) en un mes, tal como yo la interpreto, se llama Luna Azul”.
¿Existen las lunas azules?
De acuerdo con la Nasa, la Luna sí se puede llegar a ver de una tonalidad azul, pero para que esto suceda se necesita, generalmente, de una erupción volcánica.
La agencia espacial explica que, en 1883, luego de que el volcán indonesio Krakatoa erupcionara “con la fuerza de una bomba nuclear de 100 megatones”, se vieron lunas azules durante casi todas las noches.
“Esto se debió a las cenizas del volcán. Algunos de los penachos estaban llenos de partículas de 1 micra de ancho, lo que es prácticamente igual a la longitud de onda de la luz roja. Las partículas de este tamaño especial son ideales para dispersar la luz roja, mientras que permiten el paso de la luz azul. De esta manera, las nubes del Krakatoa actuaron como un filtro azul”, explicó la Nasa en su portal.
En 1983, luego de la explosión del volcán el Chichón, en México, de acuerdo con la agencia espacial, también se registraron lunas con tonalidades azules. Igualmente, se informó que este fenómeno se vio luego de las erupciones del monte Santa Helena, en Estados Unidos en 1980, y la del monte Pinatubo en las islas Filipinas en 1991.
La Nasa además expuso que los incendios forestales también pueden causar el mismo evento. Ejemplo de ello, fueron los incendios forestales en las ciénagas de Alberta, Canadá en 1953.
“Nubes de humo que contenían gotas de aceite de tamaño micrométrico produjeron soles de color lavanda y lunas azuladas que se extendieron desde América del Norte, hasta Inglaterra”, afirma la agencia espacial en su portal web.
Cuando sí se observaron lunas azules
“Hubo un tiempo, no hace mucho, cuando la gente veía lunas azules casi todas las noches. Lunas llenas, medias lunas, lunas crecientes: todas eran azules, excepto algunas noches en las que eran verdes”, explica la NASA en su relato.