Gastronomía de Oaxaca
Gastronomía de Oaxaca

Oaxaca: los platillos típicos que tienes que probar

Oaxaca es un estado de México que se caracteriza por su riqueza cultural, natural y gastronómica. Su cocina es una de las más variadas y exquisitas del país, con influencias prehispánicas, españolas y africanas. En este artículo te presentamos algunos de los platillos típicos de Oaxaca que tienes que probar si visitas este maravilloso destino, y te contamos sus secretos, sus historias y sus beneficios. Además, te damos algunos consejos para que los disfrutes al máximo, y te recomendamos algunos lugares donde podrás degustarlos. ¿Te animas?

Los 7 moles

Los 7 moles de Oaxaca son una delicia gastronómica que se elabora con chiles, especias, frutos secos y chocolate.

El mole es una salsa espesa y aromática que se elabora con chiles, especias, frutos secos y chocolate, entre otros ingredientes. Se sirve con carne de pollo, pavo, cerdo o res, y se acompaña con arroz y tortillas. Oaxaca es famosa por sus 7 moles, que son: negro, rojo, amarillo, coloradito, verde, chichilo y estofado. Cada uno tiene su sabor y color distintivo, y se prepara de forma diferente según la región y la ocasión. El mole negro es el más conocido y el más complejo, ya que lleva más de 30 ingredientes y se cocina durante horas. El mole rojo es el más picante y el más versátil, ya que se puede usar para enchiladas, chilaquiles o tamales. El mole amarillo es el más ligero y el más fresco, ya que lleva hierbas como el epazote y el perejil. El mole coloradito es el más dulce y el más antiguo, ya que se remonta a la época prehispánica. El mole verde es el más herbal y el más nutritivo, ya que lleva verduras como el chayote y el ejote. El mole chichilo es el más ahumado y el más raro, ya que se hace con el caldo de las carnes asadas. El mole estofado es el más frutal y el más festivo, ya que lleva frutas como la piña y la manzana.

El mole es un platillo que representa la diversidad y la riqueza de Oaxaca, y que se disfruta en las celebraciones familiares, religiosas y sociales. Según nos cuenta Doña María, una cocinera tradicional de Oaxaca que lleva más de 40 años preparando moles, el secreto para hacer un buen mole es “tener paciencia, amor y buen sazón”. Ella nos dice que aprendió a hacer el mole de su abuela, que se lo enseñó de su bisabuela, y que se lo va a enseñar a su nieta. “El mole es una herencia que se pasa de generación en generación, y que se comparte con los seres queridos”, nos dice.

Si prefieres probarlos hechos por expertos, puedes visitar algunos de los mejores restaurantes de Oaxaca, como Los Pacos, La Olla o El Naranjo.

Las tlayudas

La tlayuda es un platillo típico de Oaxaca que se hace con una tortilla de maíz, asiento, frijoles, queso y carne.

Las tlayudas son unas tortillas gigantes y crujientes que se untan con asiento (manteca de cerdo), frijoles, queso y carne. Se doblan por la mitad y se rellenan con carne de res, cerdo o pollo, lechuga, tomate, aguacate, cebolla y salsa. Se pueden comer a cualquier hora del día, pero son especialmente populares por la noche, cuando se venden en puestos callejeros. Se pueden comer al natural, a la plancha o al carbón, y se pueden acompañar con agua de horchata o de jamaica.

Las tlayudas son un platillo que refleja la identidad y la tradición de Oaxaca, y que se consume desde la época prehispánica. Según nos cuenta Don Pedro, un vendedor de tlayudas que lleva más de 20 años en el oficio, las tlayudas son “el alimento del pueblo, que se come con gusto y con orgullo”. Él nos dice que las tlayudas que él vende son las mejores, porque usa ingredientes de calidad y las hace al

Si prefieres probarlas hechas por profesionales, puedes ir a algunos de los mejores puestos de Oaxaca, como La Tlayuda, El Negro o La Cenaduría.

Los chapulines

Los chapulines son unos insectos comestibles que se asan con ajo, limón y chile, y que son una fuente de proteína y minerales.

Los chapulines son unos insectos comestibles que se parecen a los saltamontes. Se recolectan en los campos de maíz y se tuestan con ajo, limón, sal y chile. Se comen como botana o como relleno de tacos, quesadillas o tlayudas. Son una fuente de proteína, calcio, hierro y zinc, y tienen un sabor agradable y crujiente. Se pueden encontrar en los mercados, las fondas y las ferias de Oaxaca, y son un manjar para los locales y los turistas.

Los chapulines son un platillo que muestra la innovación y la adaptación de Oaxaca, y que se remonta a la época prehispánica. Según nos cuenta Don José, un productor de chapulines que lleva más de 30 años en el negocio, los chapulines son “un regalo de la naturaleza, que se aprovecha y se respeta”. Él nos dice que los chapulines que él produce son los mejores, porque los cuida y los selecciona con esmero. “Los chapulines son como las joyas, cada uno tiene su brillo y su valor”, nos dice.

Si prefieres probarlos hechos por expertos, puedes ir a algunos de los mejores lugares de Oaxaca, como El Mercado de Benito Juárez, La Casa de los Chapulines o La Bugambilia.

El quesillo

El quesillo es un queso blanco y suave que se hace con leche de vaca y que se usa para hacer quesadillas o fundir sobre las tlayudas.

El quesillo es un queso blanco y suave que se elabora con leche de vaca. Se estira y se enrolla en forma de ovillo, y se conserva en salmuera. Tiene un sabor ligeramente ácido y salado, y una textura elástica y fibrosa. Se usa para hacer quesadillas, fundido sobre las tlayudas o las memelas, o simplemente se come solo o con tortillas. Es uno de los productos más típicos y representativos de Oaxaca, y se puede comprar en los mercados, las tiendas o las queserías.

El quesillo es un producto que expresa la calidad y la tradición de Oaxaca, y que se elabora desde el siglo XIX. Según nos cuenta Doña Rosa, una quesera que lleva más de 50 años en el oficio, el quesillo es “un arte que se aprende con paciencia, dedicación y cariño”. Ella nos dice que el quesillo que ella hace es el mejor, porque usa leche fresca y natural, y lo estira y lo enrolla con sus propias manos. “El quesillo es como la familia, se hace con amor y se comparte con alegría”, nos dice.

Si prefieres probarlo hecho por expertos, puedes ir a algunos de los mejores lugares de Oaxaca, como El Mercado de Abastos, La Quesería o La Cabaña del Queso.

El chocolate oaxaqueño

El chocolate oaxaqueño es un chocolate artesanal que se hace con cacao, azúcar, canela y almendras, y que se usa para hacer bebidas o postres.

El chocolate oaxaqueño es un chocolate artesanal que se hace con cacao, azúcar, canela y almendras. Se muele en un metate (piedra plana) y se moldea en tabletas o en bolas. Se usa para hacer bebidas calientes, como el atole o el champurrado, o para preparar postres, como el mole o el pan de yema. Tiene un sabor intenso, dulce y especiado, y un aroma inconfundible. Es una de las delicias más apreciadas de Oaxaca, y se puede encontrar en las chocolaterías, las panaderías o las dulcerías.

El chocolate oaxaqueño es un producto que representa la historia y la cultura de Oaxaca, y que se consume desde la época prehispánica. Según nos cuenta Don Juan, un chocolatero que lleva más de 60 años en el negocio, el chocolate oaxaqueño es “una pasión que se vive con intensidad, y que se transmite de generación en generación”. Él nos dice que el chocolate oaxaqueño que él hace es el mejor, porque usa cacao de calidad y lo muele con su propio metate. “El chocolate oaxaqueño es como la música, cada uno tiene su ritmo y su sabor”, nos dice.

Si prefieres probarlo hecho por expertos, puedes ir a algunos de los mejores lugares de Oaxaca, como Mayordomo, Guelaguetza o La Soledad.

El mezcal

El mezcal es una bebida alcohólica que se obtiene de la destilación del agave y que tiene un sabor fuerte, ahumado y herbal.

El mezcal es una bebida alcohólica que se obtiene de la destilación del agave. Se produce en varias regiones de México, pero Oaxaca es el principal productor y consumidor. Hay diferentes tipos de mezcal, según el tipo de agave, el proceso de elaboración y el grado de maduración. El mezcal tiene un sabor fuerte, ahumado y herbal, y se puede beber solo, con sal de gusano y naranja, o en cócteles, como el mezcalita o el oaxacan old fashioned. Es una bebida tradicional, cultural y social, que se disfruta en las fiestas, las reuniones y las ceremonias.

El mezcal es una bebida que expresa la personalidad y el carácter de Oaxaca, y que se elabora con respeto y sabiduría. Según nos cuenta Don Luis, un maestro mezcalero que lleva más de 80 años en el oficio, el mezcal es “un arte que se hace con conocimiento, experiencia y orgullo”. Él nos dice que el mezcal que él hace es el mejor, porque usa agaves silvestres y lo destila con su propio alambique. “El mezcal es como la vida, cada uno tiene su esencia y su destino”, nos dice.

Si prefieres probarlo hecho por expertos, puedes ir a algunos de los mejores lugares de Oaxaca, como Los Danzantes, Mezcaloteca o In Situ.

Las nieves oaxaqueñas

Las nieves oaxaqueñas son unos helados artesanales que se hacen con agua, azúcar y frutas naturales, y que son un postre refrescante y dulce.

Las nieves oaxaqueñas son unos helados artesanales que se hacen con agua, azúcar y frutas naturales. Se baten a mano en unos cilindros de metal que se sumergen en hielo y sal. Tienen una consistencia suave y cremosa, y una gran variedad de sabores, como limón, fresa, mango, guanábana, tejate, leche quemada, queso, etc. Se venden en vasitos, conos o cazuelas, y se pueden combinar con lechera, miel o chamoy. Son un postre refrescante, dulce y delicioso, que se puede degustar en las neverías, las plazas o los parques de Oaxaca.

Las nieves oaxaqueñas son un postre que muestra la creatividad y la alegría de Oaxaca, y que se consume desde la época colonial. Según nos cuenta Doña Ana, una nevera que lleva más de 10 años en el oficio, las nieves oaxaqueñas son “una delicia que se hace con cariño, imaginación y sabor”. Ella nos dice que las nieves oaxaqueñas que ella hace son las mejores, porque usa frutas frescas y naturales, y las bate con su propia mano. “Las nieves oaxaqueñas son como los sueños, cada uno tiene su color y su gusto”, nos dice.

Si prefieres probarlas hechas por expertos, puedes ir a algunos de los mejores lugares de Oaxaca, como La Flor de Oaxaca, La Reyna de las Nieves o La Nieve de Garrafa.

Estos son algunos de los platillos típicos de Oaxaca que tienes que probar si quieres disfrutar de su gastronomía. Pero hay muchos más, como el caldo de piedra, el tasajo, el nicuatole, el tejate, etc. Te invitamos a que los descubras por ti mismo, y que nos cuentes tu experiencia. ¿Qué te han parecido estos platillos? ¿Cuál es tu favorito? ¿Te gustaría probar alguno?

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