Puebla: la cuna del mole poblano y otros platillos típicos
Puebla es una de las ciudades más antiguas, bellas y culturales de México. Fue fundada en 1531 por los españoles. Puebla conserva un rico patrimonio histórico, artístico y arquitectónico. Por eso, ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Pero Puebla no solo destaca por su belleza y su historia. También destaca por su gastronomía, que es una de las más variadas, exquisitas y reconocidas del país. Puebla es la cuna del mole poblano, el platillo más emblemático de la cocina mexicana. Además, tiene otros muchos manjares que deleitan el paladar de propios y extraños. En este artículo, te invitamos a conocer algunos de los platillos típicos de Puebla. Te contamos su origen, sus ingredientes y sus recetas.
Mole poblano
El mole poblano es el plato más famoso y representativo de Puebla. Se considera el plato nacional de México. Se trata de una salsa espesa y oscura, elaborada con una gran variedad de ingredientes. Entre ellos, destacan los chiles, el chocolate, las especias, las semillas, los frutos secos y las tortillas. El mole poblano se suele servir con pollo o pavo, arroz, frijoles y tortillas de maíz.
El origen del mole poblano es incierto, pero existen varias leyendas que lo atribuyen a la época colonial. En esa época, los conventos de Puebla eran centros de creatividad culinaria. Una de las leyendas más populares cuenta que el mole poblano fue inventado por sor Andrea de la Asunción. Ella era una monja del convento de Santa Rosa. Quiso preparar un plato especial para agasajar al virrey de la Nueva España, Antonio de Mendoza. La monja mezcló todos los ingredientes que tenía a su alcance, sin saber muy bien qué resultado obtendría. Así, creó el mole poblano, que causó sensación entre los comensales.
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Chiles en nogada
Los chiles en nogada son otro de los platos más típicos y emblemáticos de Puebla. Se consideran un símbolo de la independencia de México. Se trata de chiles poblanos rellenos de un guiso de carne de cerdo y res, frutas y especias. Se cubren con una salsa de nuez de castilla, queso y crema. Se espolvorean con granos de granada y perejil. Los chiles en nogada representan los colores de la bandera mexicana: el verde del chile, el blanco de la nogada y el rojo de la granada.
El origen de los chiles en nogada se remonta al año 1821. Ese año, el ejército Trigarante, liderado por Agustín de Iturbide, entró triunfalmente en la ciudad de Puebla. Había firmado el Plan de Iguala, que establecía la independencia de México. Para celebrar el acontecimiento, las monjas agustinas del convento de Santa Mónica, quisieron preparar un plato especial para el general Iturbide. Coincidía con su cumpleaños. Las monjas aprovecharon los ingredientes de temporada, como los chiles poblanos, las nueces de castilla y las granadas. Así, crearon los chiles en nogada, que impresionaron al general y a sus acompañantes.
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Cemitas poblanas
Las cemitas poblanas son uno de los antojitos más populares y deliciosos de Puebla. Se pueden encontrar en puestos callejeros, mercados, fondas y restaurantes. Se trata de un tipo de torta o sándwich, elaborado con un pan redondo y esponjoso, llamado cemita. Se rellena con diversos ingredientes, como carne, queso, aguacate, cebolla, pápalo y salsa. Las cemitas poblanas son ideales para disfrutar como desayuno, comida o cena. Se pueden comer con las manos o con cubiertos.
El origen de las cemitas poblanas se remonta al siglo XIX. Entonces, los panaderos franceses llegaron a Puebla, tras la intervención francesa en México. Los panaderos franceses introdujeron el pan de trigo, que se adaptó al gusto y a los ingredientes locales. Así, surgió la cemita, que tiene una corteza dorada y crujiente, y una miga suave y esponjosa. La cemita se rellenó con los productos típicos de la región, como la carne de cerdo, el queso de Oaxaca, el aguacate, la cebolla, el pápalo y la salsa de chipotle. Estos le dan un sabor único y característico a las cemitas poblanas.
Chalupas poblanas
Las chalupas poblanas son otro de los antojitos más tradicionales y sabrosos de Puebla. Se pueden degustar en cualquier hora del día. Se trata de unas tortillas de maíz fritas, que se bañan con salsa verde o roja. Se cubren con carne deshebrada, cebolla y queso. Las chalupas poblanas son pequeñas, crujientes y picantes. Se comen con las manos o con tenedor.
El origen de las chalupas poblanas se remonta a la época prehispánica. Entonces, los indígenas nahuas preparaban unas tortillas de maíz, que cocinaban sobre una piedra caliente. Las rellenaban con frijoles, chile y queso. Estas tortillas se llamaban tlaxcales, que significa “cosa plana” en náhuatl. Con la llegada de los españoles, las tortillas se adaptaron a los nuevos ingredientes, como el aceite, la carne y el queso. También se les cambió el nombre a chalupas, que significa “canoa” en español, por su forma alargada y cóncava.
Si quieres saber cómo preparar las chalupas poblanas, puedes consultar la receta que hemos elaborado para ti, donde encontrarás el paso a paso, los ingredientes y los consejos para que te queden deliciosas.
Pipián verde
El pipián verde es otro de los platos más típicos y deliciosos de Puebla. Se considera una de las salsas más antiguas de la cocina mexicana. Se trata de una salsa espesa y verde, elaborada con semillas de calabaza, chiles verdes, cilantro, ajo, cebolla y caldo de pollo. El pipián verde se suele servir con carne de cerdo, pollo o res. Se acompaña con arroz, frijoles y tortillas de maíz.
El origen del pipián verde se remonta a la época prehispánica. Entonces, los indígenas nahuas usaban las semillas de calabaza, que llamaban pepitas, para hacer salsas y guisos. Las semillas de calabaza eran un alimento básico en la dieta de los nahuas, ya que les aportaban proteínas, grasas, vitaminas y minerales. Con la llegada de los españoles, las semillas de calabaza se mezclaron con otros ingredientes, como los chiles verdes, el cilantro, el ajo y la cebolla, y se creó el pipián verde, que se convirtió en una salsa típica de Puebla.
Estos son algunos de los platillos típicos de Puebla, que te invitamos a probar y a disfrutar. Puebla es una ciudad que tiene mucho que ofrecer, tanto en su aspecto cultural como en su aspecto gastronómico. Puebla es la cuna del mole poblano y otros platillos típicos, que son una muestra de la riqueza, la diversidad y la tradición de la cocina mexicana. ¡Buen provecho!
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